Cuando Ana salió de allí, salió pensativa, y mientras caminaba se preguntaba ¿sólo estoy triste? ¿esto es la tristeza? ¿es normal? Nunca se había planteado que la tristeza fuera algo normal, ¿cómo iba a ser normal?, estar triste es feo, malo...es triste...pero, era verdad que lo que le había pasado era algo para estar triste, y era verdad que era humana y tenía derecho a sentir. La verdad es que me sorprendió cuando me dijo: ¿Sabes? es verdad, sólo estoy triste, es horrible estar así; pero no sé de qué otra manera me corresponde estar tras lo sucedido. Creo que tengo que agradecerle a la psicóloga el que no me haya puesto un etiqueta en la frente de "depresiva" y que me haya llamado "humana".
A veces pasa que estamos tristes, por cualquier razón o situación. Forma parte de la vida, como entendío Ana. Normalmente cuando esto pasa buscamos equilibrarnos, estar bien, porque no es bonito estar tristes, buscamos algo que excite nuestros sentidos, o buscamos lo que nos sosiegue si llegamos a desesperar, simplemente buscamos eso que nos hace falta para vivir, para sonreír.
Cuando eso te pase:
-Busca cosas bonitas, recuerda que tus emociones están para cuidarlas.
-Sal a caminar a algún sitio donde haya un poquito de naturaleza.
-También puedes hacer ejercicio, el que te guste, el ejercicio genera endorfinas y regula nuestros estados de tristeza, a ver, no cambia la situación; sin embargo empezamos a ver las cosas un poquito mejor.
-Descansa, la mente necesita relax también. No te ha pasado que cuando duermes poco estás más irascible a veces, pues lo mismo pasa con la tristeza, descansa y después de un buen descanso, las cosas se ven diferentes, se puede pensar mejor.
-Busca a una amiga/o, exprésate!. Las buenas compañías son mágicas cuando estamos tristes, siempre nos arrancarán una sonrisa, o al menos nos darán un abrazo y los abrazos también son terapéuticos.
Cuida tus emociones, son importantes, la salud emocional nos ayuda a encontrarnos mejor físicamente también.
Ánimo!
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